Cuenta la leyenda que se le atribuye a Maria Antonieta la frase «Quìls mangent de la brioche!» ( «Que coman brioches!) cuando le comunicaron que el pueblo no tenía pan para comer.
Elaborado con ingredientes comunes a todos los panes, harina, levadura, sal y enriquecido con manteca, huevos, leche y azúcar.
El resultado es un pan dorado por fuera con una suave masa en su interior.
Su sabor no es ni dulce ni salado, lo cual le otorga versatilidad para servirlo con mermeladas o diferentes tipos de quesos. También se le puede incorporar ala masa en su interior chocolate, pasas o frutas confitadas.
Tiene gran capacidad de conservación gracias a la manteca.
Acá la Receta
Ingredientes:
Esponja:
Leche 50 cc
Harina 0000 60 g
Levadura fresca 10 g
Masa:
Harina 0000 140 g
Azúcar 16 g
Huevo 70 g
Manteca 100 g
Sal fina 5 g
Preparación:
Preparar la esponja disolviendo la levadura en leche tibia, incorporar la harina. Mezclar e integrar. Dejar espumar. Formar una corona con la harina, disponer la sal por fuera de la corona. Incorporar en el centro huevo y azúcar, agregar la esponja y comenzar a mezclar. Amasar hasta obtener una masa homogénea y lisa. Reservar la masa en lugar templado, cubierta con film, hasta que duplique su volumen. Desgasificar, incorporar la manteca pomada, amasar intensamente hasta obtener una masa lisa, elástica y brillosa. Cubrir y dejar leudar. Una vez levada, volver a desgasificar. Darle a la masa forma de cilindro. Sacar piezas de 36 g para la base y 8 g para las «cabezas». Bollar cada pieza, hundir un dedo en las bases, pintar con huevo batido y colocar las cabezas, para darles a cada uno su típica forma. Dejar leudar nuevamente hasta duplicar su tamaño. Pintar las piezas con huevo batido. Hornear a 200º C por 10 minutos aproximadamente.
Fuente: Liceo